viernes, 17 de junio de 2016




En cuidadores y en sus familiares enfermos, los trastornos del sueño son un problema muy extendido. En los enfermos de Alzheimer y otras demencias, la enfermedad neurodegenerativa produce cambios en la neurofisiología del sueño. En cambio, en los cuidadores, la gravedad del enfermo, los problemas y achaques psicológicos y físicos unido a la conducta perturbadora del mismo conducen irremediablemente al agotamiento y a la imposibilidad de conciliar el sueño.

Entre las causas que condicionan los problemas del sueño en el enfermo de Alzheimer se encuentran: Los cambios fisiológicos tanto fruto de la enfermedad como los asociados al proceso del envejecimiento, algunos trastornos como la apnea del sueño y el síndrome de las piernas inquietas, los efectos secundarios de la medicación , los factores ambientales y los malos hábitos. 

En concreto, en la enfermedad de Alzheimer se estima que entre el 25-35% de los enfermos tienen problemas para dormir. Se considera que una de las causas de mayor importancia determina el desajuste del ritmo circadiano (sueño-vigilia).

La naturaleza del sueño del enfermo de Alzheimer incluye la desfragmentación del sueño nocturno, el aumento de la latencia del sueño y el aumento de siestas diurnas.


Entre los tratamientos


La terapia lumínica:

Este tratamiento con exposición a luz artificial juega un papel importante en la regulación de as relaciones de fase entre la temperatura corporal, ritmo de la melatonina y el ciclo de descanso-actividad circadiana. Entre los beneficios observados con este tratamiento se incluyen mejoras en la sincronización y estabilidad de los ritmos descanso-actividad, sobre todo en aquellas personas que tenían patrones de sueño-vigilia perturbados. La exposición a la luz brillante por la mañana o durante todo el día producen mejoras significativas en el sueño nocturno.


Actividad física:

El ejercicio regular aumenta la masa muscular, mejora la fuerza, reduce las caídas y mejora el estado de ánimo en las personas mayores. De la misma manera, la actividad física mejora la promoción de un sueño más reparador en las personas mayores.




Otras soluciones:

El control estimular, la restricción del sueño, técnicas de relajación muscular progresiva, aplicar la higiene del sueño y la terapia cognitivo-conductual son algunas de las soluciones eficaces al problema.Establecer horarios regulares para dormir, limitar las siestas diurnas y restringir el tiempo en la cama también son medidas útiles.
Desde las recomendaciones dietéticas considerar el establecimiento de rutinas y horarios consistentes, evitar estimulantes (alcohol, nocotina, cafeína). 
A nivel ambiental, evitar el excesivo calor o el frío en la habitación y reducir el exceso de luz ambiental y el ruido.

Se considera primordial instruir al cuidador en programas de educación sobre como establecer y aplicar un programa de ayuda a la higiene del sueño.



Fuente de las imágenes: Sleepcenter,pbs.twimg,celtichealthcare.
Fuente: McCurry,S.M, Gibbons, L.E, Logsdon, R.G., Vitiello, M y Teri,L. (2003). Training caregivers to change the sleep hygiene practices of patients with dementia: the NITE-AD project. J Am. Geriatr Soc. Oct; 51 (10): 1455-60.








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