martes, 16 de julio de 2013


Es un curioso fenómeno que ocurre en ancianos con demencia. Con la llegada de la tarde y el final del día, junto a las características fisiológicas del reloj biológico y los ritmos circadianos conducen al desorden conductual y a la agitación. La particularidad de la enfermedad de Alzheimer (EA) cursa con una alteración a nivel hipotalámico donde alberga el marcapasos biológico - el Núcleo Supraquiasmatico (NSQ)- la central reguladora del ritmo circadiano.
El desajuste circadiano contempla el conjunto de desórdenes conductuales que condicionados por la asimetría del ciclo vigilia sueño, hace posible la agitación vespertina o agitación nocturnal, conocida como Síndrome de Sundowning.
Se considera dicho síndrome como un episodio adverso psicológico-conductual, presentado por algunos enfermos con demencia Alzheimer que se vuelven particularmente inquietos, irritables, agresivos y agitados por la tarde y al anochecer.
¿Qué características definen a este particular síndrome? Bajo el punto de vista clínico el enfermo experimenta un cambio en el comportamiento a nivel motor, como por ejemplo tirar y manosear sus ropas, agitación corporal, coger objetos, la deambulación y aumento de la actividad motora. A nivel expresivo son frecuentes las discusiones animadas, los gritos, quejas y vociferaciones solicitando de este modo la atención del cuidador. Del mismo modo, la desorientación, la confusión, la apatía y la depresión son habituales en la naturaleza de este síndrome.
¿Porqué ocurre ésto? varios factores explican la génesis del síndrome. La disfunción del ritmo circadiano perfila como el desencadenante biológico que precipita el fenómeno. El Alzheimer daña las zonas del cerebro que controlan los ritmos circadianos regulados por el núcleo Supraquiasmático. Éste núcleo actúa como un marcapasos circadiano , su alteración desregula la tempreatura del cuerpo. Todas estas alteraciones se traducen en sueño disturbado, agitación y el conjunto de manifestaciones adversas del sundowning. Otros factores desencadenantes son la luz, el ruido y estados encamados precedidos de escasa estimulación. Los estresores psicosociales y los cambios ambientales han sido reportados igualmente en la naturaleza del déficit. Aunque sin duda la baja iluminación y el agotamiento fisico y mental determinan significativamente la manifestación del síndrome.
¿Qué podemos hacer para combatirlo? Las opciones de gerencia del Sundowning pasan por medidas ambientales, de planificación, farmacológicas, médicas y nutricionales. Desde el punto de vista ambiental considerar la iluminación, un ambiente estructurado y ordenado y reducir el ruido ambiental. Desde la planificación, proporcionar técnicas de higiene del sueño y mantener activo al enfermo durante días. El tratamiento farmacológico puede corregir deficiencias en la regulación del sueño (hipnóticos y bzps). Condiciones orgánicas y médicas pueden actuar precipitando conductas perturbadoras (dolor, ansiedad e incontinencia).

Para mas información : Moreno, A. (2007). Correlatos de incidencia del ocaso en estados anímicos, agitación y conducta agresiva en ancianos: Síndrome de Sundowning. Alcmeon. Revista Argentina de clínica Neuropsiquiátrica. 16. Vol 14. Nº 1. Septiembre, 2007. pags 72 -80.









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